viernes, 28 de mayo de 2010

DELFO CABRERA.




Nacimiento:

Nace el 2 de abril de 1919 en la ciudad de Armstrong, provincia de Santa Fe, en una casita muy humilde ubicada sobre el Bv. Leones, que desde hace algunos años cambió de nombre por el de Bv. Delfo Cabrera. Es el cuarto hijo del matrimonio conformado por Claro Cabrera y Juana Gómez. Su vivienda era llamada “La casa de los naranjos”, porque por cada hijo que nacía, Don Claro plantaba un naranjo. En total eran 6 hermanos.



Niñez:

Tuvo una niñez muy dura, en la década del 20, especialmente para una familia humilde. El se cría en una familia que para subsistir hacía mucha cosas. Tuvo la desgracia de que su padre falleciera muy jóven, entonces él tuvo que hacer muchos oficios. Fue ladrillero, trabajó en los campos ayudando en la recolección de maíz que se hacía a mano y que era una tarea muy agotadora. Como no había medios de transporte y no le gustaba andar a caballo, corría de un lado para el otro cuando tenía que trabajar en una obra a 5 km. de su casa, y se fue acostumbrando a correr. Le fue tomando el gusto y fue adaptando su organismo a las carreras.


Adolescencia:

Asiste a la escuela primaria, juega al fútbol en el desaparecido club “Gimnasia y Esgrima” de Armstrong y, por sí solo, se aplica a la enseñanza metodizada (Escuela Fiscal de los Lara). Trabajaba junto a su hermano en una empresa de Vialidad Nacional, que estaba haciendo la actual Ruta Nº 9, que fue inaugurada entre el año 1938/1939. En ese entonces ellos trabajan allí y volvían a su casa luego del trabajo diario, que no era un trabajo liviano, corriendo hasta casa, entrenándose, porque la Ruta pasaba por Armstrong pero se alejaban y volvían cada vez desde más lejos.



Juventud:

Más de una vez, Delfo siendo muy jovencito, interrumpía a su madre en los quehaceres hogareño, porque venía corriendo con sus sueño y sus ilusiones. En esa época se produjo un hecho que había de ser su faro luminoso: la sensacional victoria de Juan Carlos Zabala, "Zabalita", otro argentino que triunfó en la maratón de los juegos Olímpicos de Los Angeles en 1932. Delfo, que se estaba entrenando y corría en la zona, llegaba corriendo y la interrumpía a su mamá con lo mismo: "Mire mamá cuando su hijo sea un Zabalita..." La madre lo tomaba a risa y le decía que dejara de soñar. Íntimamente hizo un juramento: igualar la hazaña de Juan Carlos Zabala.



Entrenamiento:

Cuando tiene trece años participa en la llamada “Vuelta de Armstrong” (23 de enero 1933), una competencia de 4500 metros, en la que llegó segundo por 20 metros, porque según contó más tarde, no sabía correr y además, le daba vergüenza pasar al que iba primero.
Solía correr hasta el cementerio (5 Kilómetros), y una vecina, la señora de Isoardi, le controlaba el tiempo; no solamente practicaba así, sino que también corría detrás de los Sulkys, especie de coche tirados por caballos, por los caminos de tierra entre los campos.
En el año 1933 o 1934, ya él con 15 o 16 años fue a correr a Rosario, donde sale cuarto. Había entrenadores de Buenos Aires, uno de ellos del Club San Lorenzo de Almagro, don Francisco Mura, que tenía un equipo atlético muy fuerte, le ve condiciones a este chico de Armstrong y le propone ir a radicarse en Buenos Aires. No se va en forma inmediata, se va a los 18 años.
Después comienza una dura lucha de sacrificios, al terminar agotadoras jornadas, se aplica a severos entrenamientos bajo la exigente y experta dirección de Francisco Mura, entrenador del Club de San Lorenzo.
Cuando empieza a entrenar en San Lorenzo, tiene que interrumpir su entrenamiento porque tiene que hacer el servicio militar en Rosario, pero como ya era un atleta en proyecto, seguía entrenando y compitiendo.
En el servicio Militar, se destacaba por ser siempre el primero en llegar. “Carrera march” hasta la caballeriza (gritaba el sargento). Y los soldados protestaban tratando de mantener el paso de Cabrera infructuosamente.
Las autoridades militares de la época vieron en este soldadito, este pueblerino, que tenía condiciones. Como en las competencias donde se presentaba siempre ganaba algún puesto, y no los hacía quedar mal, le fueron permitiendo a ese representante militar que se entrenase y compitiera y así le hacía propaganda al Regimiento.



Matrimonio

Cuando sale del servicio militar, vuelve a Buenos Aire y consigue trabajo en una fábrica de tejidos, y allí conoce a Rosa Lenta. Cuando era uno de los mejores fondistas del país, ingresó al cuerpo de bomberos de la Policía Federal.
El trabajo como bombero le permitió casarse y dedicarse algo más de tiempo a su entrenamiento. Se casa cuando ya tenía 26 años, el 13 de enero de 1945 con Rosa Lento, con quien tuvo dos hijas y un hijo, llamados María Eva, Hilda Noemí y Delfo.




Estudios

En 1957 terminó su actividad pedestre. Otro beneficio que tuvo, fue el de poder estudiar. Llegó a ser profesor de Educación Física, aunque para cursar los estudios se requería el título secundario que él no tenía porque en ese tiempo su inquietud pasaba por la subsistencia más que por el estudio. Como una excepción, por su trayectoria y sus ganas de progresar, el Ministro de Educación le permite iniciar sus estudios terciarios, el profesorado, sin tener título secundario y comienza a trabajar como docente.



Actividades no deportivas

Fue instructor y maestro de deportes en diversas escuelas y centros deportivos y Presidente del Comité Olímpico.



Fallecimiento

La muerte esperaba a Cabrera en un accidente automovilístico, camino frente al pueblo de Alberti (Buenos Aires) en la brumosa mañana del domingo 2 de agosto de 1981. El volvía de recibir un homenaje en Lincoln porque permanentemente en los distintos pueblos y ciudades del interior lo invitaban a asistir a homenajes en su honor. Delfo regresaba a su hogar en su automóvil, cuando ocurrió el desenlace fatal que terminara con su existencia. El responsable absoluto del accidente, quedó demostrado judicialmente, que fue un militar. Tras largo ocho años de estudios, pericias, investigaciones y juicios, en el año 1989, se resuelve el caso, demostrándose la culpabilidad del conductor del otro vehículo.
Así termina su vida, con 62 años, rebozaba salud, seguía practicando deportes, era una persona muy activa, daba clases a sus alumnos, seguía desarrollando su tarea social como dirigente deportivo, trabajaba en la Municipalidad en el área deportes. Estaba en pleno desarrollo social, todavía tenía mucho para dar, pero lamentablemente así termina su vida.


Su recuerdo y su espíritu siguen vigentes como entonces en el corazón de un pueblo que lo recuerda como a uno de los hombres
que dieron brillo y prestigio al deporte nacional.

El viaje a Londres

Delfo Cabrera, Eusebio Guiñez y Armando Sensini, los tres argentinos que competirían en la Maratón de Londres, se conocían como se conocen los deportistas, a través de sus actividades a veces coincidentes. Pero la amistad, la convivencia, la afinidad se afianzó en las vísperas de los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948.
La delegación argentina viajó, a la Gran Bretaña en barco. Las casi tres semanas que duró el viaje determinó que el entrenamiento a bordo se redujese a la mínima expresión por lógicas razones de comodidad.
En Barcelona, primera tierra firme después de la extensa travesía, descendieron para practicar en pista y desentumecer los músculos. Al descender en Barcelona los tres maratonistas realizaron su primera práctica en tierra después del descanso obligado a bordo. Según confesó Cabrera al regreso de la delegación, en tierra firme era Sensini el que estaba en mejor estado. Pero, luego, ya en Londres, mientras Cabrera y Guíñez se ajustaban al plan establecido por el entrenador Francisco Mura y entrenaban en distancias progresivas para estar a punto el día de la carrera - la Maratón olímpica es de 42 km. 195m - Sensini, que casi siempre fue "su propio entrenador", se exigió demasiado y en vísperas de la prueba se pasó de entrenamiento.


La competencia

Agosto 1948: Juegos Olímpicos de LONDRES. Llega por fin la iniciación de tan esperado torneo que cada cuatro años convulsiona al mundo entero: la maratón olímpica.
Es entonces cuando DELFO CABRERA escribe a su esposa en Buenos Aires: “Me tengo mucha confianza. Ya hemos corrido con los coreanos que son los favoritos en la prueba, y con los griegos, y ninguno me ha ganado. Creo que con un poco de suerte, ese día y a dar de qué hablar”.



En Londres, Cabrera tenía a su lado a Eusebio Guiñez y Armando Sensini, un formidable trío. A cualquiera de los tres le tocaba una gran responsabilidad. Francisco (Pancho) Mura, el entrenador de Cabrera, le había aconsejado al iniciar los primeros tramos, que se reservara para la parte final. El día era nublado y hacía calor, un tiempo no muy propicio para correr la Maratón.
La justa se inicia a las 15:30 hs., una hora bastante inadecuada. Entonces no se tomaba muy en cuenta el estado atlético del atleta. Al partir los corredores del estado en las afueras de Londres, Guiñez era el puntero, pero muy pronto Gailly, el impulsivo, tomó la punta y marcó la marcha de 10 Km. en 34' 12", seguidos por el chino Lou Wen Ngau a 12" y a los 19" detrás venían Guiñez y Rene Josset, mientras los favoritos se estudiaban mutuamente.



El 7 de agosto se cumplió el sueño de su vida: ganar la maratón.
En el magnífico estadio de WEMBLEY comienza la prueba más importante de los juegos atléticos. Se realiza la maratón de 42 km. de trayectoria. Al comenzar el recorrido EUSEBIO GUIÑEZ toma el comando del grupo y se mantiene en el primer puesto por varios km. Luego una molestia leve lo obliga a retrasarse.
DELFO CABRERA logra alcanzar a GUIÑEZ y éste lo alienta para un esfuerzo final: “Negro gana vos. Yo ya no puedo hacerlo”. CABRERA avanza a pocos metros del puntero y cerca de la entrada al estadio. El BELGA GAILLY ya con pocas energías trata de mantener su lugar. Más el paso firme y contundente del corredor argentino permite darle cómodo alcance y pasar al frente ovacionado por la multitud. Su primer puesto se afianza más al dar la última vuelta al estadio, con un excelente estado físico y muy buena preparación.



Así describió el diario "The Times" lo que aconteció:..."de los participantes aparece un personaje no menos trágicos que el Dorando. Es el belga Gailly, con los pies doloridos, pesados y el espíritu cansado, que parecía ya no poder moverse. De pronto, aparece detrás, muy próximo, otro personaje, lo que destaca la bien proporcionada personalidad de Cabrera, quien seguramente también mostraba signos de cansancio, pero que aparece como un fresco y alegre participante".

DELFO CABRERA logra lo que tantas veces soñó, ganar la maratón olímpica.


CLASIFICACIÓN FINAL: MARATÓN OLÍMPICA - LONDRES 1948

1) DELFO CABRERA (ARGENTINA) 2:34:51,6
2) Thomas Richards ( Gran Bretaña) 2:35:07,6
3) Etienne Gailly (Bélgica) 2:35:33,6
4) Johannes Coleman (Sudáfrica) 2:36:06
5) EUSEBIO GUIÑEZ (ARGENTINA) 2:36:36
6) Sidney Luyt (Sudáfrica) 2:38:11
7) Gustav Ostling (Suecia) 2:38:40,6
8) John Systad (Noruega) 2:38:41
9) ARMANDO SENSINI (ARGENTINA) 2:39:30
10) Henning Larsen ( Dinamarca) 2:41:22


Según Delfo Cabrera, los 3 argentinos que estuvieron en los primeros 10 puestos de la clásica carrera pudieron haber estado entre los 5 primeros, de haber realizado una preparación más racional y tal vez menos intensa y desgastante.
Tres de los diez finalistas son argentinos y los tres del interior del país: Guiñez de Mendoza; Sensini de Buenos Aires y Cabrera de Santa Fe.




El regreso

También el regreso de la capital británica se hizo por mar. Los argentinos habían logrado tres medallas doradas: Delfo Cabrera en atletismo y Pascual Pérez y Rafael iglesias en boxeo. Desde entonces sólo hubo para nuestro deporte dos medallas doradas mas: las de Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero en remo, en Helsinki, Finlandia, 1952. En los 44 años transcurridos desde entonces no hubo más doradas en Juegos Olímpicos para nuestras delegaciones, muchas veces integradas por elevado número de dirigentes y por deportistas de escasas posibilidades, frente al enorme progreso de europeos, asiáticos, africanos y americanos del Norte, cuyos medios de preparación han 4do, evidentemente, superiores a los alcanzados por nuestros desprotegidos atletas.
Al arribo a Montevideo del buque que traía de regreso al equipo argentino, los tres campeones, Cabrera, Pérez e Iglesias fueron separados del resto y transportados a Buenos Aires por avión, donde los recibió el entonces presidente de la República, general Juan D. Perón.



Por decisión de la Fundación Eva Perón, Cabrera recibió como premio extra una vivienda. Igual mérito correspondió a los campeones del ring.
Los maratonistas recibieron durante las primeras semanas de su estadía en la Capital Federal numerosos agasajos y visitaron, por invitación y por decisión propia, las redacciones de todos los medios gráficos y las emisoras de radio. (La televisión todavía no funcionaba en la Argentina).
En Sarandí, calle Anatole France, continúa viviendo la familia de Delfo Cabrera, el hombre que el 7 de agosto de 1948 reeditó la hazaña de Juan Carlos Zabala que, otro 7 de agosto, 16 años antes, en 1932, había sido el primer argentino ganador de la Maratón, en los Angeles, EEUU.



Marca no igualada hasta el presente

Desde el 7 de agosto de 1948 hasta 1996 inclusive, ningún país colocó a sus tres representantes entre los 10 primeros en la Maratón. En Tokio 1964 ganó el etíope Bikila Abebe, - que en 1960 en Roma había ganado corriendo descalzo y en horas de la noche por el intenso calor - pero los otros dos atletas no estuvieron entre la primera decena. En 1968 en México ganó Mamo WoIde y otro etíope fue 5to, pero en esa ocasión Abebe, vencedor de los dos anteriores juegos Olímpicos, abandonó al promediar la prueba. Después hubo 7 Juegos más, entre 1972 y 1996, pero nunca hubo acompañantes del ganador entre los primeros diez. Esto resalta la importancia de la hazaña de Delfo Cabrera, Eusebio Guiñez y Armando Sensini en Londres 48. Proeza de un santafesino oriundo de Armstrong; un mendocino y un whitense, tres amigos dentro y fuera de la pista y tres compañeros inseparables hasta los últimos días de sus vidas.



Logros deportivos de Delfo Cabrera

MES Y AÑO TORNEO DISTANCIA (metros) PUESTO
Oct. 1938 Campeonato Metropolitano 3000 2º
5000 1º
Nov. 1938 Campeonato Nacional de Interclubes 3000 2º
5000 1º
10000 1º
3000 3º
5000 4º
Dic. 1938 Campeonato Nacional 5000 1º
5000 4º
Oct. 1939 Campeonato Nacional de Interclubes 5000 1º
10000 1º
Nov. 1939 Campeonato Metropolitano 3000 1º
5000 2º
Dic. 1939 Campeonato Nacional 3000 3º
5000 3º
Oct. 1940 Campeonato Nacional de Interclubes 3000 2º
5000 2º
Nov. 1940 Campeonato Metropolitano 1500 4º
3000 2º
Dic. 1940 Campeonato Nacional 1500 1º
3000 4º
Abr. 1941 Sudamericano de Buenos Aires 1500 3º
3000 5º
Nov. 1941 Campeonato Nacional de Interclubes 1500 2º
3000 1º
5000 1º
Nov. 1941 Campeonato Metropolitano 1500 1º
3000 1º
5000 1º
Dic. 1941 Campeonato Nacional 1500 3º
3000 1º
5000 1º
Oct. 1942 Campeonato Nacional de Interclubes 1500 1º
3000 1º
5000 1º
Nov. 1942 Campeonato Metropolitano 3000 1º
Dic. 1942 Campeonato Nacional 3000 1º
5000 1º
Abr. 1943 Sudamericano de Chile 3000 3º
5000 3º
10000 3º
Oct. 1943 Campeonato Metropolitano 3000 1º
5000 1º
Nov. 1943 Campeonato Nacional 3000 2º
5000 2º
Jul. 1944 Nacional de Cross 2º
Nov. 1944 Campeonato Metropolitano 3000 3º
5000 2º
Nov. 1944 Campeonato Nacional de Interclubes 3000 2º
5000 1º
Dic. 1944 Campeonato Nacional 5000 1º
Abr. 1945 Sudamericano de Montevideo 3000 3º
5000 4º
Nov. 1945 Campeonato Nacional de Interclubes 3000 1º
5000 1º
10000 1º
Dic. 1945 Campeonato Nacional 3000 2º
5000 1º
Abr. 1946 Sudamericano Extraordinario de Chile 3000 2º
5000 4º
10000 1º
Dic. 1946 Campeonato Nacional de Interclubes 10000 3º
Mar. 1947 Campeonato Nacional 5000 1º
10000 1º
Nov. 1947 Campeonato Nacional de Interclubes 3000 1º
Dic. 1947 Campeonato Nacional 5000 2º
10000 2º
Ago. 1948 Juegos Olímpicos Maratón 1º
Abr. 1949 Sudamericano 5000 4º
20000 1º
Mar. 1951 Juegos Panamericanos Maratón 1º
May. 1952 Sudamericano 10000 1º
Media Maratón 1º
Jul. 1952 Juegos Olímpicos Maratón 6º
Dic. 1953 Campeonato Nacional 10000 3º
Abr. 1954 Maratón de Boston Maratón 6º



Resumen de carreras oficiales de Delfo Cabrera

Corridas 210
Ganadas 106
Segundos puestos 63
Terceros puestos 22

Delfo representó a clubes como San Lorenzo, Independiente, Ferro Carril Oeste y fue delegado por el Ateneo Cultural Deportivo Sarandí.
Fue corredor de distintas distancias, de 800 a 20.000 metros.

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