domingo, 30 de mayo de 2010

DOS REMEROS DE ORO.


La gran medalla de oro obtenida por Argentina en una justa olímpica era la lograda en remo por Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero el 23 de julio de 1952, en los Juegos de Helsinki, Finlandia. Un éxito impactante, pero que, al igual que quienes lo consiguieron, nunca fue debidamente valorado ni aprovechado en el país.

Hoy, a varias decadas de aquel sensacional triunfo, conocer la historia de aquellos humildes remeros puede servir justamente no sólo para dimensionar correctamente la hazaña que protagonizaron, sino también a fines de comprender por qué Argentina estuvo tanto tiempo sin obtener una presea dorada en las Olimpíadas.

Con esa intención, en definitiva, Perfil.com presenta aquí un repaso por las vidas de estos hombres que, sin dudas, dejaron grabado a fuego un ejemplo no sólo de temple y verdadero amor al deporte, sino también de la falta casi total de apoyo que habitualmente caracteriza a los deportistas argentinos amateurs.

El antes

Nacido el 25 de enero de 1918 en Estados Unidos, Tranquilo Capozzo había llegado a la Argentina en 1936, huyendo de la pobreza de la Italia en la que venía de vivir su adolescencia tras la separación de sus padres y la decisión de su madre de llevárselo consigo allí. Tenía 18 años y debía trabajar para mantener a su familia, pero no tardó en encontrar tiempo para canalizar su pasión por el deporte.

En principio, la actividad que eligió fue el ciclismo, en la que ya venía destacándose cuando comenzó a practicar remo en el club Canottieri Italiani, de Tigre. Vecino de la zona, pasaba ahí gran parte de su tiempo libre, buscando sólo pasar un buen rato y olvidarse de las preocupaciones cotidianas. Y así siguió remando hasta que, en 1945, un dirigente que había advertido sus condiciones le propuso representar como singlista a la entidad.

Para entonces, Capozzo tenía ya 27 años y una esposa, María Luisa, a la que había conocido en el propio club. Su trabajo como mecánico en una siderúrgica de Baradero le demandaba dos horas de viaje de ida y dos de vuelta. Sin embargo, hizo caso omiso a todo ello y aceptó el convite. Al poco tiempo, ya era campeón argentino y sudamericano en la especialidad, desmintiendo con sus potentes brazadas el apodo de “El Viejo del Canottiere” que su prominente calvicie le había hecho ganarse.

No extrañó, en definitiva, que en 1948 el hombre fuera designado para representar a Argentina en los Juegos Olímpicos de Londres, donde quedó eliminado en semifinales al perder por medio bote con el australiano y finalmente campeón Mervyn Wood. Hacia 1951, no obstante, Capozzo decidió que ya era hora de colgar los remos. Al menos, como singlista.

Fue entonces que apareció en su vida Eduardo Guerrero, quien venía de ser campeón argentino en 1950 representando también a Canottieri Italiani. Cuando le propusieron competir con él en el doble scull del club, sin embargo, de entrada Don Tranquilo no quiso saber nada. Y es que él no sólo se llamaba así, sino que además era de hecho una persona muy tranquila, bien asentada en sus 34 años y sin ganas de compartir aventuras con un inquieto joven de 24.

Eso era precisamente Guerrero, quien había nacido el 4 de mayo de 1928 en Salto Argentino, provincia de Buenos Aires, y se caracterizaba por una forma de ser bohemia y rebelde. Ello lo había llevado a alejarse de los otros dos clubes (Rowing Club Argentino y Regatas La Marina) para los que había competido en la zona del Delta tigrense, en la que vivía y alternaba su pasión por el remo con la que sentía por otros deportes como la pelota y el automovilismo.

"Él va ser la fuerza, vos el conductor", le dijeron a Capozzo para convencerlo. Y así, la pareja más mentada del remo argentino comenzó a escribir su historia como tal.

La hazaña

Antes de aquel histórico día 23 de julio de 1952, la dupla ya había participado en seis carreras y ganado las seis. Así y todo, las cosas no parecían sonreírle demasiado en la previa de esos 2000 metros que debían recorrer en el fiordo de Meilahti por los XV Juegos Olímpicos. Su bote, que para colmo era prestado y mucho más pesado que los de las otras parejas (36 kilos contra 25), había llegado destruido a Helsinki, y no tenían un solo repuesto para repararlo.

Fue así que los muchachos argentinos debieron convencer a sus principales adversarios en la competencia, los rusos, para que les dieran una manito en el arreglo de la embarcación. Además, Capozzo tuvo que inventar casi de la nada un rompeolas para enfrentar como correspondía los muy revueltos 1500 metros del lago en que debían competir. Recién entonces, el bote estuvo listo para intentar la hazaña.

De arranque, la pareja se ubicó en el cuarto puesto. A mitad del recorrido alcanzó la punta, que salvó de manera milagrosa en un momento en que Tranquilo debió apelar a toda su tranquilidad para rescatar en segundos un remo que se le había escapado. Medio kilómetro después de la largada, no obstante, ya le sacaban un bote y medio de ventaja a los checos y tres a los soviéticos.

La llegada encontró a los argentinos primeros con un tiempo de 7m.32s.2, a seis segundos (tres largos) de los rusos y con Francia, Checoslovaquia y Uruguay detrás. En la Argentina, su arribo triunfal fue saludado a puro grito por la voz de José María Muñoz, quien hacía sus primeros palotes como líder de la radiofonía deportiva.

El después

A su regreso de Helsinki, los remeros fueron recibidos en la Casa Rosada por el presidente Perón y una ya muy enferma Evita. Después de ello, el Estado nunca más los tuvo en cuenta, como Guerrero recordó alguna vez al decir: “No pasó nada. Hubo un campeón de remo ruso al que después de retirado se le dio una pensión equivalente a un sueldo de coronel para que vuelque su experiencia. A nosotros ni la hora, ni siquiera nos convocaron para entrenar a los equipos de remo".

Tras retirarse de la actividad, Capozzo se fue a vivir por una década a Bolivia. Luego volvió a la Argentina y se radicó en Córdoba, donde murió el 14 de mayo de 2003 a los 85 años. Sus cenizas fueron arrojadas al río Luján de Tigre, frente a la estatua al remero ubicada en la zona en que esas aguas desembocan en las del río Reconquista.

Guerrero, en tanto, siguió remando competitivamente hasta que los brazos le dijeron basta. Luego se dedicó a entrenar equipos de rugby, deporte al que también jugó durante muchos años. Su hazaña mayor, no obstante, se produjo acaso entre octubre de 2002 y enero de 2003, cuando en otro ejemplo de superación y amor al deporte unió a golpe de remo y en solitario la misionera Puerto Iguazú con la bonaerense Olivos, navegando el río Paraná en un viaje que constó de 30 etapas.

Hoy, con 80 primaveras a cuestas, Don Eduardo sigue arreglándose sin la ayuda de nadie gracias a su empresa familiar de catering. En todos estos años, sólo pidió una cosa al Gobierno: que lo apoye en la difusión de un proyecto fílmico propio sobre educación deportiva y vial e historia olímpica argentina. Después de tanto tiempo, ya sería hora de acordarse de él.

En los XV Juegos Olímpicos realizados en 1952 en Helsinki lograron la medalla de oro, en la prueba 2000 metros del doble par de remos cortos: "doble scull": un bote para dos remeros con un par de remos cada uno. Importante hazaña para estos dos argentinos que lograron superar a sus perseguidores más inmediatos, los representantes de la URSS, a quienes aventajaron por tres largos, y dejando atrás a Francia, Checoslovaquia y Uruguay. Utilizaron un bote pesado que da 10 kilos de ventaja. Ganan la prueba empleando 7m 32 s 2/10. La pareja, con notable sincronización de movimientos, pertenecía al Club Canottieri de Tigre, y solamente habían corrido seis veces en equipo. Esta fue la última Medalla de Oro en una competencia olímpica.



Otros argentinos medallistas Olímpicos

En París, en 1924, el Equipo argentino de Polo, obtiene la Medalla de Oro con sus triunfos. El equipo estaba formado por Arturo kenny, Juan Miles, Juan Nelson y Enrique Padilla. Alcanzan Medalla de Plata en Boxeo, Alfredo Copello, liviano, y Héctor Méndez, Liviano mediano. También Argentina trae Medalla de plata en manos del Equipo de Tiro de pistola automática o revólver libre, 25 metros. El equipo lo integraban: Carlos Ballestrini, Víctor Bigand, Lorenzo Amaya y Matías Osinalde.

Y la otra Medalla de Plata es para Atletismo, en Salto Triple, para el atleta Luis Ángel Brunetto. Consiguieron Medalla de Bronce en Boxeo, el pluma Pedro Quatucci, y el pesado, Alfredo Porcio.

Alberto Zorrilla, apodado "Zorrilla de Oro", fue el ganador de la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Ámsterdam en 1928, en Natación, en los 400 metros libres, en 5 minutos 1,6 segundos.En estos mismos Juegos Olímpicos de Ámsterdam, en 1928, en Boxeo, alcanza la medalla de Oro, el Medio-pesado Víctor Avendaño. También alcanza el máximo galardón en Boxeo, el pesado Arturo Rodríguez Jurado, y en la misma especialidad, consiguen Medalla de Plata, Víctor Peralta, en categoría Pluma, y Raúl Landini, medio liviano.

El equipo de fútbol argentino es subcampeón, con Medalla de Plata y lo formaron: Ludovico Bidoglio, Ángel Bosio, Saúl Calandra, Adolfo Carricaberry, Roberto Cherro, Octavio Díaz, Juan Evaristo, Manuel Ferreira, Enrique Gainzarain, Segundo Médice, Luis Monti, Rodolfo Orlandini, Raimundo orsi, Fernando Pasternoster, Feliciano Perducca y Domingo Tarascone ( y los suplentes Alberto Helman, Segundo Luna, Pedro Ochoa, Natalio Perinetti, Luis Weissmuller y Adolfo Zumelzu). En Esgrima condiguieron la Medalla de Bronce, los integrantes del equipo de florete: Raúl Anganuzzi, Roberto Larraz, Héctor y Luis Luchetti.

En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles, en 1932, Juan Carlos Zabala gana la Maratón, y logra la Medalla de Oro. Carmelo Robledo consigue Medalla de Oro en Boxeo, categoría Pluma. También tiene ese honor de alcanzar Medalla de Oro en Boxeo, Alberto Lowell. Amado Azar logra la Medalla de Plata en el mismo año, en Boxeo, en categoría medianos.

En los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, Oscar Casanovas, ganó la Medalla de Oro en Boxeo, en la categoría Mosca. En estos mismos juegos también logra Medalla de oro el Equipo de Polo integrado por Manuel Andrada, Andrés Gazzotti, Luis Duggan y Roberto Cavanagh. Guillermo Lowell consigue en esta edición la Medalla de Plata en Boxeo, categoría pesado. Además el grupo argentino trajo tres Medallas de Bronce, obtenidas por: Raúl Villarreal, en Boxeo, categoría mediano; Francisco Resiglione, en Boxeo, medio pesado; y Horacio Podestá y Julio Curatella, en Remo, dos largos.

Jeannette Campbell fue la primera deportista argentina que logró la medalla de Plata olímpica. Sólo tenía 21 años cuando logró salir subcampeona de natación en los 100 metros libres en los Juegos Olímpicos de Berlín, el 9 de agosto de 1936. Fue la primera mujer enviada a los Juegos, fue la primera en subir al podio.

De los Juegos Olímpicos de Londres, en 1948, la delegación argentina regresa con varias medallas: Oro en Boxeo, categoría Mosca, Pascual Pérez; Oro en la hazaña de maratón de Delfo Cabrera, Oro en Boxeo, peso pesado, Rafael Iglesias. Medallas de Plata logran: Noemí Simonetto, alcanza los 5, 60 metros en salto en largo, y se proclama sub-campeona; también Medalla de Plata alcanza el equipo argentino de yachting, en la clase 6 metros internacional, saliendo segundos después de vencer en dos regatas; a éste equipo lo formaban Emilio Homps, Rodolfo Rivademar y Julio Enrique y Enrique (hijo) Sieburger, tripulando el "Djinn" Clase Internacional; y Medalla de Plata también consigue Enrique Díaz Sáenz Valiente en Tiro de pistola rápida desde 25 metros (silueta). Medalla de Bronce logra Mauro Cía, en Boxeo, medio pesado.

En Helsinki, en 1952 logran Medalla de Oro, en Remo, doble par sin timonel, Tranquilo Capozzo y Eduardo Guerrero. Obtiene Medalla de Plata en Boxeo el medio pesado Antonio Pacenza; y en Maratón, el atleta Reynaldo Gorno. En Levantamiento de Pesas, Medalla de Bronce recibió el pesado Humberto Selvetti, y en Boxeo, el medio liviano Eladio Herrera.

En Melbourne 1956 consigue Medalla de Plata en Levantamiento de Pesas, el pesado Humberto Selvetti. Y alcanzó la Medalla de Bronce, en boxeo, el mediano Víctor Zalazar.

En Roma, en 1960, trajeron la Medalla de Plata de los Juegos Olímpicos, el equipo de Yachting formado por Héctor Calegaris, Jorge del Río y Jorge Salas Chaves, Clase Dragón. Y logró Medalla de Bronce en boxeo, el liviano Abel Ricardo Laudonio.

En Tokio, en 1964, obtiene Medalla de Plata en Prueba completa de Equitación, Carlos Alberto Moratoria.

En México 1968, el récord mundial de Natación en los 100 metros Mariposa (57,0), Luis Alberto Nicolau no pudo disputar las semifinales, debido a que viajando en un colectivo de línea, a causa de un embotellamiento de tránsito, no logró llegar a tiempo a la competencia. Logró medalla de Bronce en boxeo el medio mediano, Mario Oscar Guillotti.

Alberto Demiddi fue cuarto en los Juegos Olímpicos de Tokio, en 1964; Medalla de Bronce en México en 1968 y Medalla de Plata en Munich, en 1972, en single scull.

El equipo de Vóleybol masculino, en Seúl, en 1988, obtuvo Medalla de Bronce. Los jugadores que integraban el equipo eran: Daniel Castellani, Hugo Conte, Raúl Quiroga, Waldo Kantor, Esteban Martínez, Daniel Colla, Juan C. Cuminetti, Esteban de Palma, Alejandro Diz, Jon Uriarte, Javier Webery Claudio Zulianello, dirigidos técnicamente por Luis F. Muchaga. En Tenis, logró Medalla de Plata en single, Gabriela Beatriz Sabatini.

En Barcelona, en 1992, consiguen Medalla de Bronce en Dobles deTenis, Javier Alberto Frana y Christian Carlos Miniussi.

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